Como
siempre buscamos estar un paso adelante de nuestra competencia, nos dimos a la
tarea en los últimos 6 meses de estudiar el mercado colombiano de las empresas de
reclutamiento, selección de personal, las que ofrecen los servicios de
consultoría en clima organizacional y las áreas de talento humano internas de
dichas empresas. Los resultados son tan regulares como preocupantes por el mal
enfoque que se les está dando a las psicólogas organizacionales.
Mirémoslo
primero desde el punto de vista de las empresas de reclutamiento o head hunter:
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Si
son temporales, bolsas de empleo o las viejas cooperativas pequeñas que aunque
se prohibieron por ahí andan, ven a los prospectos como rebaños que hay que
arriar. Son hojas de vida en venta y parecen mercados persas. De la manera como
atienden a las personas es mejor no hablar y su propio nivel de clima
organizacional es un reflejo de lo lejos que están de conocer lo que es el
significado de la palabra respeto.
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Los
irrespetos a la hora de entrevistar y el despotismo de hacer las mismas es de
terror y de entrar a una empresa, las personas no lo hacen por gusto sino por
necesidad. Horas de retraso para su atención es otra cosa que no se deberían
permitir en lo absoluto.
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En
temas de pruebas psicológicas lo que se encuentra en el general del mercado es
aún más deprimente, porque se usan después de 20 años pruebas como Wartegg o el
IPV. Recordando los inicios de los 90, vienen a mi mente como se asesoraba
comercialmente en aquel entonces: papeles, brochure, carpetas, acetatos, ayuda
ventas de papel, eran el soporte físico de atención. Ahora se hace con
computadores, tablets y demás. La pregunta sería… ¿Sí evolucionaron los vendedores
porque no lo hicieron las pruebas para su selección?
Ahora
vayamos a las empresas que hacen consultoría en clima organizacional y que
algunas veces hacen como valor agregado el ítem anterior:
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Las
campañas de integración son discriminatorias porque no pueden unir las 3
gerencias, entonces algunas capacitan las mismas por separado como sí
existiesen tres empresas y no una en realidad.
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Cuando
alguna empresa como proveedora de servicios desea vender sus bienes o servicios
a la organización que les contrató y ellos son el canal de filtro, se siente
con el derecho de mal tratar a los mismos, generando con esto no solo rechazo a
la consultora sino a la marca que les contrató y en algunas ocasiones más a
esta última que es fatal para la imagen corporativa.
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En
temas de capacitación de áreas comerciales para citar un ejemplo también están
en el pasado, porque aún siguen realizando su labor con las antiquísimas
“clínicas de ventas” que es lo más funesto que se pudo inventar.
Las
áreas de talento humano interno en un alto porcentaje unen los problemas de las
dos formas anteriormente expuestas y poseen una doble moral por así llamarlo;
porque por un lado están promulgando un amor a su empleo la empresa y lo demás,
pero por el otro cuando la gente llega a conseguir trabajo, a pedir una ayuda,
orientación, o lo que sea a sus departamentos las directivas de aquellas áreas
no lo aplican. Entonces ¿Cómo exigir algo que no profesó?
Para
todas las personas que trabajan en estos departamentos piensen que no son ni
Jesucristo ni los gestores del milagro del trabajo, ni nada por el estilo, son simplemente
un engranaje de un sistema en el cual todos y cada uno de sus elementos es
importante. De no ser así, que sería de ustedes sí no existieran las personas
que desean trabajar y cubrir las vacantes que sus superiores les exigen.
Para
cerrar, cuando reciba proveedores, bríndeles el respeto que se merecen y diga
“NO” cuando tenga que hacerlo sin dilatar la situación. ¡Recuerde que esa
empresa que es proveedora a la mañana, capaz que puede ser su cliente potencial
a la tarde!
Como
nos interesa bastante su opinión y brindar temas de interés, le invitamos a
escribirnos, a seguir dándonos sus opiniones y a proponer temas para que sean
desarrollados por nuestro equipo creativo y de investigación, al correo
mercadeo@sowhat.com.ar.
De
esta manera concluye nuestra editorial, la cual no podría cerrarse sin reiterar
mi agradecimiento por leernos y darnos sus opiniones. Se despide su amigo,
Héctor
Jiménez Rodríguez.
Síganos
en Twitter:
@sowhatcolombia
@chesitoJR
en mi opinion personal diria que en el momento en que las empresas dejen el pensamiento de generar un beneficio unico para ellos y lucrarse las cosas cambiarían, digo que pensando en beneficios colectivos teniendo en cuenta a todos sus trabajadores generaría compromiso, rendimiento, eficacia, profesionalismo y bajo costo, tendrían personas comprometidas pensando de que si la empresa donde ellos trabajan crece, ellos al igual crecerán.
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo con vos, es un trabajo en equipo compartido, con respeto y con un real gana-gana. Excelente opinión, te la agradecemos.
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