Hace pocos
días el cada día más anti popular y más farandulero presidente de la República
de Colombia el señor Juan Manuel Santos, inauguro la segunda área del ahora
llamado “El Nuevo Dorado”. Se hizo un espectáculo como si lo que se hizo
apertura fuera el Charles De Gaulle, Changui o el JFK y no un aeropuerto viejo, inseguro,
nada logístico, pero eso sí, muy bien maquillado.
Sí usted,
va al aeropuerto solo a dejar a un pasajero va a pensar que este aeropuerto es
una maravilla, súper moderno y que Bogotá esta a la vanguardia mundial del
desarrollo aeronáutico. Situación muy diferente analizará, sí tiene el
infortunio de pasar por el mismo como pasajero; va a darse cuenta que no es tan
moderno, operativo, que el tema de la salida del equipaje es un desorden, las
tarifas de los taxis son un atraco y sus dos pistas inoperantes, mal
pavimentadas, con operación parcial en el día, que hacen que usted pueda
terminar sobre volando las cercanías del aeropuerto hasta más de una hora, lo
confirmen.
El genio de
presidente que hago referencia al inicio de este blog dijo: “Es el más moderno
y lindo de Latinoamérica”. Siento tener que romperle aún más el corazón al
señor Santos, pero lo invito a varios en este continente más lindos y
operativos que su nuevo Dorado. Qué fácil es vender humo, aprovechar la posible falta de conocimiento
del común del pueblo que poco viaja , que se deja llevar por habladurías de la
calle y come entero. Con base en lo anterior y parafraseando le haré la
referencia de un país como Perú que tiene el aeropuerto Jorge Chávez, que es
más lindo, rápido, seguro y operativo que el que hacemos mención en este blog.
Bogotá
requiere un aeropuerto internacional moderno de verdad, a las afueras de la
ciudad, como lo tienen las grandes capitales o las ciudades importantes, que
dejaron sus obsoletos terminales aéreas para vuelos de trafico nacional e
hicieron la inversión para los nuevos en los sitios antes mencionados. Para
citar algunos pocos ejemplos están Sao Pablo, Lima, Quito, Buenos Aires. Volviendo
al ámbito local algunas de las alternativas que se podrían manejar serían Chía,
Funza, Mosquera o preferiblemente Cota.
Tener
aviones sobrevolando la ciudad o la zona rural son un peligro tanto para los
pasajeros como para la población en general. La únicas personas que no ven esta
amenaza son los de OPAIN, el gobierno, la prensa arrodillada o paga y una genía
local como lo es Gina Parody que dijo: “Es una bendición tener el aeropuerto
dentro de la ciudad”, en los tiempos en los que quiso ser electa alcaldesa de
la capital. Sera que están esperando una tragedia para que se tomen medidas y
ese preciso momento, por fin digan como buenos políticos: “ hay cosas
sospechosas, se va a hacer una exhaustiva investigación, porque se cometieron
errores”. ¿Quién repone las vidas, el dolor de los seres queridos, las familias
destruidas, el dinero, las molestias? ¿Esperamos otro caso como el edificio
Spice de Medellín para hacer algo?
Dejen de
vender humo por favor, de hacer inauguraciones que parece que uno estuviera
llegando a un pueblo y no a la capital de un país en franco crecimiento
industrial, comercial, de inversión foránea y con una cambiante imagen en el
extranjero.
Como nos
interesa bastante su opinión y brindar temas de interés, le invitamos a
escribirnos, a seguir dándonos sus opiniones y a proponer temas para que sean
desarrollados por nuestro equipo creativo y de investigación, al correo
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De esta
manera concluye nuestra editorial, la cual no podría cerrarse sin reiterar mi
agradecimiento por leernos y darnos sus opiniones. Se despide su amigo,
Héctor
Jiménez Rodríguez.
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